Templo de Salomón.

"Destruid este templo, y en tres días lo levantaré" San Juan (2,13-25)

El Templo de Salomón, también conocido como el Primer Templo, fue una construcción emblemática en la antigua Jerusalén y tiene un profundo significado, como un lugar de adoración dedicado a Dios, ha sido objeto de gran interés y simbolismo en diversas tradiciones místicas y espirituales.

En la Cábala judía, se asocia con el Árbol de la Vida, una representación simbólica de la estructura del cosmos y del alma humana. Cada parte del templo puede corresponder a una sefirá o esfera en el Árbol de la Vida, lo que sugiere una conexión entre la adoración en el templo y la búsqueda de la unión con lo divino.

En la tradición esotérica cristiana, se interpreta como un símbolo de la morada espiritual del alma y el lugar donde se encuentra la presencia de Dios. En las enseñanzas de Jesús, el templo adquiere un significado más profundo y simbólico, aludiendo al cuerpo humano como morada del Espíritu Santo. Jesús habló metafóricamente sobre la reconstrucción del templo en tres días después de su muerte, una idea rechazada por muchos debido a su comprensión materialista de la época.

En otras tradiciones y escuelas místicas, se interpreta como un símbolo de la estructura del universo y del alma humana. Se cree que sus dimensiones y diseño arquitectónico contienen códigos secretos que representan aspectos del camino espiritual y la búsqueda de la sabiduría divina, en la representación del cuerpo humano. Su arquitectura oculta el verdadero proyecto del universo y la divinidad.

Fue construido en el siglo X a.C. por el rey Salomón, hijo del rey David. Según la Biblia, Dios le dio a David la instrucción de construir un templo que simbolizara la conexión con el hombre. Dios habitaba este templo en el lugar llamado Santo de los Santos, donde solo se podía entrar una vez al año. El templo tuvo un costo muy elevado, ya que los materiales fueron importados de diferentes lugares y países muy distantes. Fue destruido por los babilónicos en el año 586 a.C., y la mayoría de los judíos fueron llevados cautivos a Babilonia. Luego fue reconstruido y nuevamente destruido en el año 70 d.C. Desde entonces, los judíos esperan la reconstrucción del templo, ya que esperan que llegue su Mesías.

Cuando Jesús llegó, explicó sus conocimientos hablando de la construcción del templo de manera más metafórica. Se refería al cuerpo como el templo del Espíritu Santo y que, al morir, se construiría el templo en tres días. Sin embargo, esto fue rechazado por los judíos debido a su consciencia tan materialista para la época pues no entendían el sentido de las palabras de Jesús y la simbología.

El Templo de Salomón se habla como la estructura divina del universo, logrando la transmutación espiritual y la transformación de la consciencia superior. Si vemos la estructura del templo de Salomón, es la estructura de un cuerpo humano, donde el Lugar Santo sería la representación de la psique humana.

Esta presentación es una correlación a la tradición hindú, el kundalini y los siete chakras, cada parte del templo es una representación del cuerpo, cada lugar en el templo está relacionado para poder hacer el viaje espiritual.

CONFIGURACIÓN DEL TEMPLO DE SALOMÓN (ESTRUCTURA FÍSICA)

  1. El Santuario (Debir o Santo de los Santos):

Esta era la parte más sagrada del templo, donde se alojaba el Arca de la Alianza. Solo el Sumo Sacerdote podía entrar aquí, y solo una vez al año, en el Día de la Expiación (Yom Kippur).

  1. El Lugar Santo (Hekal):

Contenía el altar del incienso, el candelabro (Menorá) de oro, y la mesa de los panes de la proposición. Esta área estaba destinada a los sacerdotes.

  1. El Patio Exterior:

Era accesible para el pueblo y contenía el gran altar de los sacrificios y el mar de bronce (una gran fuente para las abluciones de los sacerdotes.

Elementos Clave

– Las Columnas Jachin y Boaz: Eran dos columnas de bronce situadas en la entrada del templo, simbolizando estabilidad y fuerza.

– El Mar de Bronce: Una gran fuente de bronce sostenida por doce bueyes, usada para las purificaciones rituales.

– El Arca de la Alianza: Guardada en el Santo de los Santos, representaba la presencia de Dios entre su pueblo.

Metáfora del Alma Humana

– El Santo de los Santos: Simboliza la chispa divina o el núcleo espiritual dentro de cada individuo.

– El Lugar Santo: Representa la mente y el corazón, donde se llevan a cabo las prácticas espirituales y devocionales.

– El Patio Exterior: Equivale al cuerpo físico y las acciones externas del individuo en el mundo material.

El templo está creado a imagen y semejanza del cuerpo humano, asociado a la alegoría de que el cuerpo es un templo donde mora el Espíritu Santo. Es el vehículo que alberga el alma, es el diseño divino, es el cosmos o el logos personificado,  a crearse a imagen y semejanza. Es la personificación de Dios. El  cuerpo es sagrado y divino, y su diseño sagrado está hecho a imagen y semejanza.

Los misterios explican que, para ser un templo, lo más sagrado es hacerlo similar al cuerpo, y tenía que tener esta configuración o lo más similar posible, porque se buscaba activar una «merkaba» fuera del cuerpo humano.

La Entrada

El ingreso al Templo de Salomón es a través de las «Puertas del Sacrificio» o el umbral del dolor. Antes de entrar se realizaban sacrificios que la humanidad tenía que hacer para poder avanzar. El sacrificio se llevaba acabo con animales, estos con dos cuernos, simbolizando que al ver con los ojos de la dualidad se hacen perturbaciones en la consciencia, y nos distorsiona de la ultima realidad. En esa época el grado de consciencia era tan bajo que no se podía entender de otra forma. Estos animales que simbolizan el ego, representan el enfoque en la materia, lo que significa que los ojos, la visión están en dualidad, viendo a través de la dualidad. Satanás, en arameo, se traduce como ego. Cuando decimos que satanás nos está tentando, estamos hablando del ego o la hiper materialidad.

En su correlación con la tradición Hindu, la energía entra por el chakra raíz, no se puede avanzar hacia arriba a través de la kundalini o la consciencia si no se han hecho ciertos sacrificios. Estos sacrificios son simbólicos y representan el sacrificio del ego o los impulsos inferiores. El sacrificio es interno, es de la bestia interna, del satan interno, de los impulsos bajos. Se sacrifica una vida de lujuria para encontrar la pureza. Se sacrifica una vida de mitomanía para encontrar la verdad. Se sacrifica el hedonismo para alcanzar la virtud. Se sacrifica el caos, para alcanzar el orden etc.

Si queremos avanzar, se tiene que sacrificar el ego, pero no significa el sacrificio como un mártir, si no un sacrificio con sentido para el alma humana.

Los Escalones

Cuando ya se ha sacrificado al ego, se sube los escalones para adentrarse en el viaje hacia el interior. Los escalones simbolizan que se avanza por el camino, esta área del templo está asociada con el chakra sacro, el lado femenino del cuerpo, el mundo interior, lo etérico, el mundo de las emociones, lo abstracto, lo que no se puede conceptualizar.

Los pilares llamados Jachin y Boaz, que están al lado de las escaleras simbolizan que el chakra sacro, la mujer, el mundo femenino tiene la habilidad de ser el umbral entre los dos mundos, la mujer por tener matriz y ser el portal entre lo material y lo espiritual. 

El Mar de Bronce

Se decía que el rey Salomón había creado una bañera de bronce. Esto simboliza que hay que purificarse en la fuente o la bañera que era un lugar ultimo de purificación, para poder seguir avanzando. 

Aquí estamos en el plexo solar, o en la tercera área del templo de Salomón. Aquí es donde la mente puede interrumpirnos. En las escuelas místicas se explica que aquí se encuentra el guardián del umbral. Aquí nos  topamos con el ego o bien, si estamos en luz, con la personalidad mágica (esencia pura).

Es la metáfora para purificar la mente y el ego, porque si no, el plexo solar no nos dejará avanzar a lo que sigue, que es el corazón. Nos quedaríamos habitando el bajo astral o la baja consciencia, si estamos dominados por la mente,  nos quedamos en una ilusión y no vamos a poder llegar más arriba, a los altos altares.

Las Menoras

Aquí se encuentra el equilibrio entre lo inferior y lo superior, entre lo divino y lo profano, entre el cielo y la tierra. El corazón del templo, iluminado por los candelabros, es un lugar de comunión y enseñanza, donde se comparte el conocimiento sobre Dios y la conexión espiritual. Este era un lugar sagrado, una sala de convivencia donde los sacerdotes y las sacerdotisas pasaban tiempo.También es el lugar donde se realizaban ceremonias donde se hablaba o invitaba a continuar, para subir las escaleras al arca.

Las menores, están posicionadas de una forma que mostraba una geometría sagrada, creando la simulación del corazón cuando está encendido. El corazón iluminado es una lámpara encendida, que ilumina todo lo demás. Esto simboliza que es en el corazón donde la consciencia debe habitar. El corazón es el lugar de convivencia, es el punto medio de los chakras altos y bajos. Es el lugar de los iluminados, que saben llevar un balance.

Hay dos triadas: la triada inferior está en un conjunto 1, 2, 3. Los chakras bajos crean una triada inferior.

La triada superior está en un conjunto 4, 5, 6. Los chakras altos crean una triada superior.

Por encima de todos está el séptimo, que es donde está el arca de la alianza.

La triada superior está dentro del corazón, dentro del área sagrada iluminada con los candelabros donde se conjura el “altar”. Se crea un altar, como metáfora de nuestra alma y del vehículo divino, el cuerpo de viaje interestelar.

El corazón siempre es un portal de salto. Siempre que albergamos el corazón, es decir, el corazón está abierto y no es un corazón egoico o un corazón que le duele el amor, está abierto al servicio, a la caridad, a la compasión y brillando, tenemos acceso a los 3 chakras altos. Por eso se considera un portal de salto.

El templo enseña que el verdadero conocimiento surge de la purificación del ser interior, reflejado en la enseñanza de Jesús sobre la pureza del corazón, las palabra y las acciones. 

Trascender es descubrir la verdad interna que permite el acceso al lugar más sagrado del templo: el Santísimo, donde reside el Arca de la Alianza.

Aquí, uno se conoce a sí mismo y encuentra la conexión con lo infinito, guardando las verdades sagradas y accediendo a la esencia divina de la existencia. Empiezas a tener discernimiento, que es el chakra de la garganta, y solo hablas con la verdad. No puedes decir mentiras, pues eres como una cámara donde se concentra la luz. 

Al frente había otras escaleras que llegan al arca de la alianza, representan el hecho de estar avanzando.

El arca de la alianza se describe como un cofre cubierto de oro, con una decoración simbólica. Un cofre donde guardaban cosas de valor, las tablas de los 10 mandamientos y artefactos con simbolismo divino, pero para nosotros, dentro de nuestro cuerpo, es la glándula pineal.

El arca de la alianza es la materialización o el simbolismo que le damos a la glándula pineal y a la glándula pituitaria, que están dentro de los dos hemisferios craneales. Es el órgano al cual llegamos al haber encendido todo el kundalini. (La energía vital cuyo flujo se visualiza dormida, que cuando despierta, la consciencia del mundo emerge y que llega a desarrollarse en plenitud al reunirse con la conciencia y el alma). Este órgano es el que nos hace viajar multidimensionalmente, al encontrar el arca de la alianza dentro de nosotros.

Cuando descalcificamos la glándula pineal y habitamos en el corazón, o el bien llamado oro de los alquimistas, empezamos a purificar la sangre y cada latido nos recuerda lo bendito que somos, el latido demuestra la luz de los candelabros. Esto empieza a permear otras partes del cuerpo. Empezamos a acceder a la glándula pineal y empezamos a ver la luz del sol y vamos siendo luz, pues recobramos luz interna, todo este viaje nos manda al arca de la alianza donde se guardan las verdades y los secretos de todo. Estando presente, estando en la luz, empapados de otros corazones encendidos podemos acceder a la base de información gigantesca y los tesoros que se guardan de la humanidad, que es el arca de la alianza.

Cuando encontramos esta conexión, nos conectamos a verdades universales, dentro de nosotros, está el cosmos completo, toda la sabiduría, las paradojas cósmicas resueltas, las verdades del cosmos que yacen en esos registros, y la conexión a este lugar sagrado. No antes de haber pasado por cada parte del cuerpo y de habernos purificado. Habitar y permanecer en el corazón es lo que abre el arca de la alianza que está dentro de nosotros. Es el cofre que nos comunica con todo el cosmos y nos vuelve  un maestro de la energía interna que luego se materializa en lo externo.

El verdadero templo está en el interior de cada uno. Todo tiene un carácter simbólico y nos lleva a la comprensión de la divinidad y la conexión con el universo. El Templo de Salomón es una representación de la sabiduría antigua y nos invita a explorar los misterios más profundos de la existencia.

Los misterios están ofuscados y escritos de una forma alquímica que los materialistas no entenderán. Siguen buscando afuera, porque no pueden encontrar nada dentro de ellos, no pueden albergarse en el corazón.

¿O no sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, que está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? 1 Corintios 6:19

Santa Hildegarda de Bingen

El cuerpo del hombre no debe ser otra cosa que el tabernáculo del Espíritu Santo. En lo que se refiere a la Encarnación, dice «que después que la mujer ha recibido la semilla humana, el niño se forma íntegramente con sus miembros en la célula oculta en el seno de su madre. Por una secreta disposición del divino Creador, esta forma tiene movimiento de vida, porque, en virtud de una orden de la voluntad misteriosa de Dios, el niño ha recibido el espíritu en el seno materno, en el momento establecido por Dios …». En esta misma visión escribe lo siguiente: «El hombre posee en sí tres senderos [tres vías o modos de ser]. ¿Cuáles? El alma, el cuerpo y los sentidos, a través de los cuales se ejerce la vida. ¿Cómo? El alma vivifica el cuerpo y mantiene el pensamiento; el cuerpo sustenta el alma y manifiesta el pensamiento, mientras los sentidos tocan el alma y halagan el cuerpo. […] El alma da vida al cuerpo, gracias a las dos principales fuerzas que posee: la inteligencia y la voluntad […] El alma en el cuerpo es como la savia en el árbol, y sus facultades son como las ramas de éste. ¿Cómo es eso? La inteligencia es al alma como el verdor a las ramas y hojas; la voluntad, como las flores; el espíritu, como el primer fruto que brota; la razón, como el fruto perfecto que llega a la madurez; los sentidos, como la extensión de su grandeza. Es así como el cuerpo del hombre es sostenido y fortificado por el alma».

Santa Hildegarda de Bingen, En la cuarta visión del primer libro del Scivias.

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