Silencio, misterio de la luz.

No es ausencia de conexión;
Es la plena presencia de Dios;
La experiencia total de ser.
Una experiencia espiritual;
Profunda y atemporal;
Inmersión plena y vivificante;
Donde está la propia cura;
La respuesta y la cordura.

No es vacío;
Es presencia plena;
De abundancia de vida;
De potencialidad de transformación;
De inefabilidad divina. 

Inherente a la existencia misma;
Incorporada ontológicamente; 
A nuestra conciencia consciente;
Mística y trascendente.

Es conexión;
Es totalidad;
El silencio es un estado espiritual;
Desnudo e incluyente;
Un abandono total;
El modelo de receptividad pura;
De abertura tierna. 

El silencio nos muestra;
Que nunca estamos solos;
Que siempre somos amados; 
A pesar de todo, a pesar del modo;
El silencio es una experiencia religiosa;
Un acto de amor con Dios.

El silencio te salvará si te entregas;
Te ayudará si confías;
Te traspasa si sueltas;
No te separará de nada;
Te une con más fuerza;
Y la capacidad de amar;
Se despierta.

El silencio guarda los secretos;
De la propia existencia;
Es el cordón que une;
Inquebrantable, infinito e inmortal;
El cielo y la tierra;
Desafía al amor y al mismo tiempo la muerte. 

El silencio penetra;
Hasta donde las células ya no conectan;
Te sacude;
Te nutre;
Trasciende el tiempo y el espacio; 
Te conecta con Dios amoroso; 
Y luego te conecta con los otros. 

Isabella Melo.
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