Mistico deleite.

La vivencia es experiencial;
No se puede explicar;
Lo inefable de vivificar;
Lo sagrado en la totalidad.

Como los colores en el viento;
Como el roció que cae del cielo;
Como permanece el fuego ardiendo;
Como se funde la tierra y el eco. 

Cada experiencia es proporcional; 
Al entendimiento de un corazón abierto;
No se pueden cazar sueños;
Cuando el susurro es cálido;
Pero la escucha es algente. 

Coruscante al que logra ver;
Azotado de amor intenso;
Aunque la cruz queme en el pecho;
El regalo es interno;
Donde el alma se clava. 

El contexto donde la contemplación;
Se vuelve un místico deleite;
Desborda la dimensión atemporal;
Y el corazón se vuelve inerte.

Excede la razón;
Y se enciende la corriente;
Se exalta la pasión;
Cuando encontramos a Dios;
Jugando al escondite;
En el ímpetu del amor. 

Isabella Melo.
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