Causa primigenia.

La causa es la semilla;
Que está inmanente;
A oscuras y latente;
En su cueva profunda;
Donde duerme placenteramente;
Rodeada de tierra fértil.

La voluntad usa la locura;
Que abandona la soledad;
Para poder germinar.
Pero a veces sin voluntad;
Toca germinar;
Surgir y rebosar;
Para frutos en la vida;
Poder dar.

La fuerza implacable;
Que hace que surja;
Que hace que tiemble;
Que ya no se sostiene;
En la tierra fértil.
Hasta la semilla que perece;
Se enciende la alarma;
Y ella crece;
Nadie se escapa;
De germinar la causa.

A ley de caballería;
Un hombre y una mujer florecen;
A partir de la misma semilla;
Un halo de misterio;
Cuando culmina. 

Nadie se escapa;
De germinar la causa.

Isabella Melo.
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