EL ROCIO QUE CAE DEL CIELO.

El rocío que cae del cielo en la alquimia es un símbolo multifacético que encapsula la esencia de la pureza, la renovación, la gracia divina, y la unión de los elementos celestiales y terrenales. Representa un elemento vital en el proceso alquímico, usado para purificar y transformar la materia en su camino hacia la perfección y la obtención de la Piedra Filosofal.

Los alquimistas consideran el rocío como una manifestación del «Espíritu Universal» o «Mercurio Filosofal.» Este espíritu es una energía vital omnipresente que impregna toda la creación. El rocío, por su naturaleza sutil y etérea, es una representación física de este espíritu que desciende del cielo para infundir vida y energía en la materia.

El roció alquímico, representa a la energía radiante y divina o espíritu divino que encontramos en la creación. El mana que cae del cielo, la energía que está dentro de toda la existencia. Se le conoce como el agua celestial o la plata de los filósofos. Es un símbolo del poder y esencia que se manifiesta y que podemos observar como el roció. Es conocido en otras culturas como la representación del espíritu.

Es visto como una forma pura y celestial de agua. En la alquimia, el agua es un elemento esencial para la vida y la transmutación. El rocío, al provenir del cielo, simboliza la pureza y la conexión con lo divino. Representa la esencia pura y sin contaminar que es necesaria para la purificación y transformación del alma. La simbología del roció tiene que ver con alcanzar el nivel de pureza, de limpieza interior de la propia consciencia y la personalidad (o la materia prima) como se le conoce alquímicamente, para así bañarnos en esa agua celestial completando el bautismo del segundo nacimiento.

Descenso de la Gracia Divina

El rocío es visto como una metáfora para la gracia divina que desciende del cielo para fertilizar la tierra (el cuerpo y el alma del alquimista). Es un símbolo de la intervención divina y la ayuda celestial en el proceso de transformación espiritual.

La unión de lo celestial y lo terrenal

Se manifiesta en el acto de recolectar el rocío en la alquimia. Este proceso simboliza la integración de principios espirituales en la materia, facilitando la unión de opuestos como lo espiritual y lo material para crear algo nuevo y elevado.

Renovación y Renacimiento

Como el rocío se forma cada mañana, simboliza el concepto de renovación y renacimiento. Cada nuevo día trae la oportunidad de purificación y transformación, reflejando el ciclo continuo de muerte y renacimiento que es central en la alquimia.

Para alcanzar el oro de los alquimistas, que representa la consciencia unificada con la divinidad, primero debemos atravesar por el proceso de purificación con el rocío que cae del cielo, también conocido como la plata de los filósofos.

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