La sabiduría, más que una simple acumulación de conocimientos, es un estado del ser que refleja una comprensión profunda y holística de la vida y el cosmos. El sabio no es aquel que simplemente sabe más, sino aquel que ha cultivado la capacidad de integrar y aplicar el conocimiento en armonía con los principios universales. El verdadero sabio es siempre un aprendiz. En su humildad, reconoce que el conocimiento es infinito y que la sabiduría es un viaje sin fin. Esta apertura y receptividad a nuevas enseñanzas permiten crecer continuamente. Cada nueva pieza no solo incrementa su conocimiento, sino que también transforma su percepción y comprensión del mundo, tiene la capacidad de transformar no solo el entendimiento intelectual, sino también el ser interior, se vuelve más consciente de su propia esencia. Este despertar interior es un proceso alquímico que transfigura la mente y el espíritu.
Existen cuatro niveles esenciales de interpretación para acceder a los textos sagrados del judaísmo, y en general, de todos los libros sagrados. Estos niveles no son excluyentes sino complementarios:
- Peshat: El sentido literal del texto, la narrativa más directa y simple.
- Remez: El sentido alusivo, donde se encuentran las insinuaciones y las conexiones más sutiles.
- Derash: La interpretación doctrinal, que busca una comprensión más profunda y expansiva.
- Sod: El sentido oculto, el nivel místico y secreto que requiere una transformación personal para ser entendido.
El misticismo judío opera principalmente en el cuarto nivel, el sod. Pero para llegar a este nivel, es beneficioso conocer y dominar los niveles anteriores, porque cada uno contiene aspectos del siguiente: dentro del peshat está el remez, dentro del remez está el derash, y dentro del derash está el sod. Según Abraham Abulafia, existe un quinto nivel: el sod del sod, una profundidad aún mayor del sentido oculto.
La Interrelación de los Niveles:
Cada nivel de interpretación es un sod (secreto) en relación con el anterior. Así, el remez es el sod del peshat, el derash es el sod del remez, y el sod es el sod del derash. Al alcanzar todos los niveles de interpretación de un texto, podemos descubrir conceptos místicos que, a simple vista, nos pueden pasar desapercibidos. De un mismo texto surgen todos estos niveles de interpretación, revelando una riqueza inagotable de significado.
El judaísmo puede representarse como el cuerpo humano, y la mística hebrea como la sangre que corre por sus venas. La primera interpretación es la piel, la segunda los huesos, la tercera los órganos vitales y sus conexiones, y finalmente, la sangre. Abulafia, al referirse al sod del sod, simboliza la energía neuronal que permite el movimiento desde el cerebro hasta el brazo a través de la sangre. Este ejemplo ilustra mejor los diferentes niveles de interpretación.
La Infinitud del Sod:
Para el rabí Abraham Abulafia, bajo el sod se encuentra el verdadero sentido de la mística. Podríamos agregar que los niveles de profundidad en el conocimiento pueden llevarnos a descubrir un proceso de sod al infinito. No conocemos el nivel de profundidad de un tema hasta que lo trabajamos intensamente, y podemos suponer que existen múltiples niveles de sod. Este es uno de los secretos de la mística hebrea que estamos revelando. La idea que subyace dentro de la mística tiene un gran potencial: el carácter infinito del sod. No solo existe el sod del sod de Abulafia, sino el sod del sod del sod y así sucesivamente. No podemos saber la profundidad de una materia; los niveles de sod, es decir, los niveles de profundidad mística, son revelados en cada generación. Es probable que nuestro nivel de sod actual sea poco profundo, pero a medida que profundizamos en los términos espirituales, nos damos cuenta de que podemos ir más allá.
Los Niveles de Interpretación:
Peshat: Es el sentido literal del texto, lo que podemos leer directamente. Muchos iniciados subestiman la importancia del peshat, pero es fundamental comprender el sentido literal para avanzar a niveles más profundos. La Cábala es una interpretación de la Biblia, y la Biblia hebrea es el texto fundamental de la Cábala en un sentido potencial. El peshat funciona como la dimensión material y literal, crucial para el proceso de elevación espiritual.
Remez: Es el sentido alusivo del texto, donde surgen preguntas de segundo nivel. En el remez, buscamos en el texto cuestiones no explícitas pero que conforman nuestra personalidad. Interrogamos el texto por nuestro propio desequilibrio personal o por el texto en sí. Cada interrogante amplía nuestro conocimiento y conciencia, ayudándonos a equilibrar nuestra estructura personal y ascender espiritualmente.
Derash: Son las interpretaciones de la Ley escrita, elaboradas por rabinos, filósofos y teólogos a lo largo de generaciones. Estas interpretaciones buscan una comprensión más profunda y doctrinal del texto.
Sod: Es el sentido más profundo y oculto de las cosas, que no se revela de inmediato y requiere un gran entrenamiento personal. En el nivel de sod, la exigencia es de transformación personal integral. La Cábala trabaja estos aspectos ocultos y los revela según el nivel de recepción de cada individuo.
Sod del Sod: Abraham Abulafia explicaba que más allá del sod existe otro nivel de sod más profundo. Los niveles de sod son infinitos porque siempre hay una realidad más profunda que aún no comprendemos. Al alcanzar mayor profundidad en nuestro conocimiento, revelamos más niveles de sod, lo que nos lleva a un proceso infinito de descubrimiento místico.