Teoria de Eliseo Gallardo
“Como actores que interpretan los papeles según el guión que les han entregado, generalmente ignoramos que estamos exhibiendo unos sentimientos que ya pusimos en marcha en el distante pasado -a veces en vidas anteriores- e ignoramos asimismo las fuerza cíclicas ocultas que a menudo provocan sus frutos. Ser conscientes de estos guiones kármicos es el primer paso para aprender a trascenderlos”.
Ray Grasse
ANAMNESIS: “Proceso por el cual el alma, de naturaleza inmortal, recuerda los conocimientos adquiridos en una vida anterior, tanto en este mundo como en el otro, y que son olvidados al nacer de nuevo”.
Platón
Es interesante considerar la perspectiva de la neurociencia sobre el inconsciente y su influencia en nuestra experiencia y comportamiento. Si el inconsciente realmente ocupa una gran parte de lo que somos, entonces es plausible explorar cómo diferentes influencias, como el entorno familiar y las experiencias de la infancia, pueden moldear ese inconsciente y, por extensión, nuestra personalidad y comportamiento.
El mapa natal ofrece una visión simbólica de las energías cósmicas presentes en el momento del nacimiento, que pueden influir en la disposición psicológica y emocional de la persona. Desde esta perspectiva, el mapa natal puede considerarse como una herramienta para explorar las influencias y patrones potenciales que pueden haber estado presentes en la vida del individuo desde el principio.
Al examinar cómo estas influencias astrales se relacionan con el entorno familiar y las dinámicas de relación, la astrología puede proporcionar una lente para comprender cómo se forman y se desarrollan ciertos aspectos de la personalidad y el carácter de una persona. Esta intersección entre la astrología y la psicología puede ofrecer una visión más completa de cómo las experiencias tempranas y el entorno familiar contribuyen a la formación del individuo.
La teoría de la Astroanamnesis se basa en la idea de que nuestro entorno familiar y las experiencias de nuestra infancia tienen un impacto significativo en la formación de nuestra personalidad y en la manera en que nos relacionamos con el mundo. Esta teoría sugiere que, al alcanzar la edad adulta, tendemos a repetir patrones y comportamientos aprendidos en la infancia, incluso sin ser plenamente conscientes de ello
En el momento que, aparentemente, nos des-condicionamos de ese entorno, de esa familia, de esa atmósfera hostil; en el momento en que, aparentemente, somos adultos, salimos al mundo y tomamos nuestras propias decisiones…, a partir de ese momento…., utilizamos todos los recursos que nos proporciona ese nuevo carácter, esa nueva personalidad…, para salir al exterior y empezar a buscar, de manera compulsiva, a personas, a meternos en circunstancias…, sobre las que “proyectar” los deseos y las necesidades propias de aquella vieja identificación.
Cada vez que hacemos eso, cada vez que “proyectamos” sobre alguien ese viejo deseo, esa vieja… necesidad…, la persona (o la situación) nos devuelve…una imagen invertida de aquello que pretendemos conseguir.
Para qué? Para que no podamos, en ningún momento, volver a refugiarnos fusionen una imagen, sino falsa, cuanto menos frágil e ilusoria de nosotros mismos. Y para que, en un momento determinado de nuestra existencia, seamos conscientes del hecho de que “sobrevivimos” al hecho de no tener… aquello que considerábamos, en su momento, totalmente imprescindible.
Es en ese momento, en el momento en que nos damos cuenta que hemos sobrevivido al hecho de no tener aquello que, considerábamos, era lo único que le daba sentido a nuestra existencia, cuando nos abrimos a un proceso de realización personal, totalmente distinto, totalmente diferente, al hecho de vivir, de luchar, para conseguir… lo que en realidad no habíamos “necesitado” jamás.
El mapa tropical o “mapa de las estaciones”, confeccionado a partir del punto vernal o equinoccio de primavera, nos da información precisa de en qué época del año se produjo el nacimiento, de cual fue, en consecuencia, la “atmósfera” del individuo, el tipo de “temperatura” que envolvía su realidad, a partir de las influencias medio-ambientales generadas o provocadas en su espacio exterior, en su entorno inmediato: padres, hermanos, entorno familiar, social, cultural… etc, localizados éstos en el mandala tropical, a partir de la posición y estado cósmico de los diferentes elementos de la carta natal.
Todos sabemos de qué manera, ese mismo entorno, nos impide muchas veces desarrollar con libertad el despliegue de nuestras potencialidades. Poco a poco, a través de los distintos NO!!! Y del miedo a la pérdida de una “realidad” que nos “protege”, que nos “alimenta” y de la que nos sentimos parte, uno se va acomodando a lo que “la vida” espera de nosotros.
En ese ser frágil que es el niño, los adultos van proyectando (descargando), en ocasiones de manera despiadada, todas las frustraciones, complejos, miedos, anhelos, ilusiones… y un sinfín de distintas “inquietudes” internas, que ellos a su vez heredaron, condicionando de manera extraordinaria la construcción de la personalidad/carácter/destino… del individuo.
Determinadas orientaciones terapéuticas tienden a identificar esa armadura y a desmenuzar las distintas “capas defensivas” formadas originariamente por el paciente, que pueden haberle creado nudos, bloqueos o tensiones, transformándose, con el paso del tiempo, en traumas, complejos, fobias… y, llegado el caso, manifestándose en algún tipo de dolencia o enfermedad orgánica.
El origen de estas patologías, sería una excesiva identificación con esas “capas”, con esas defensas, que ayudaron a ese niño/a a sobrevivir.
Es esta implicación con lo “observable”, lo que los hindúes llaman Maya o ilusión, y todos corremos el riesgo de habernos identificado excesivamente con ella.
El mapa tropical sería pues ese espejo (por lo tanto susceptible, en su matiz interpretativo, al “ojo” del observador), que nos permitiría identificar cual ha sido el tipo de personalidad (máscara), cuerpo de defensas o “abrigo”, que tuvo que confeccionarse ese ser, a partir de sus particulares influencias medio-ambientales, para adaptarse, sobrevivir… y aportar a esa “realidad” aquellos elementos, aquellas substancias arquetípicas que sentía faltaban y anhelaba… para su propio equilibrio. Nos daría información… no de aquello que somos, sino de aquello en lo que nos hemos convertido para sobrevivir.
Necesitamos redescubrir la esencia y luego nutrirla, amarla y cuidarla, como lo hubieran hecho unos padres más ilustrados. Dado que vivimos con la falsa personalidad, ésta debe emplear sus mejores recursos para realizar esta tarea. Gradualmente, la esencia puede crear y comenzar a utilizar los recursos, el reconocimiento y el poder que ahora la falsa personalidad utiliza automáticamente. En lugar de ser el habitual, digamos, dos por ciento de esencia y noventa y ocho por ciento de falsa personalidad, uno puede producir un cambio gradual que vaya incrementando cada vez más la esencia, la vitalidad y la alegría esencial en la vida y restringiendo la falsa personalidad. Esto requiere que, en adelante, se desarrolle el tipo más elevado de conciencia, al que llamamos despertar.
La Astrología Tropical quizás podría definirse mejor como “astrología solar”.
Sus signos podrían ser más exactamente llamados “casas solares” o “signos equinocciales”. Su zodíaco mide la relación Tierra-Sol, pero no tiene una correlación directa con las estrellas fijas.
Como tal, su interés se centra en la psicología, la personalidad y tipo de caracteres, el lado solar de nuestra vida.
Pero… si entendemos que nuestro “destino” nuestra “realidad” personal no es más que un reflejo de nuestra “realidad” interna…
Quizás… , el entorno en el que nacemos: nuestros padres, hermanos…, nuestra atmósfera familiar, no sean más que el reflejo de aquél viejo, falso y limitado concepto que nos hemos construido de la realidad y, por consiguiente, de nosotros mismos.
Quizás…, el vivir, el nacer en un entorno, en un universo que nos refleje fielmente (y no olvidemos que al “reflejarnos” veremos una imagen invertida de aquello que proyectemos/esperemos), sea la forma que tiene la vida de “sugerirnos” aquello de lo que nos venimos, precisamente, a des-identificar.
Quizás… sea esa la manera que tiene la existencia de mostrarnos cómo afectaron al mundo nuestras viejas pautas, nuestros viejos condicionamientos… sobre los que construimos nuestro particular y siempre limitado concepto de la vida.
El mapa de la Memoria Inconsciente, confeccionado en su vertiente de signos y casas como reflejo del mapa tropical y situando los arquetipos planetarios en correlación directa con la precesión de los equinoccios, pero en sentido inverso, nos permite identificar la forma particular que tenemos de entender e interpretar los distintos arquetipos, ayudándonos a reconstruir nuestro “viejo” mito personal. Aquello que, inconsciente y compulsivamente, volveremos a intentar repetir, para así poder seguir “alimentándonos” de aquello que creemos, es imprescindible para nuestra supervivencia, de aquello que creemos es lo que le da sentido a nuestra realidad.
“Como actores que interpretan los papeles según el guión que les han entregado entre bastidores, generalmente ignoramos que estamos exhibiendo unos sentimientos que ya pusimos en marcha en el distante pasado – a veces en vidas anteriores – e ignoramos así mismo las fuerzas cíclicas ocultas que a menudo provocan sus frutos. Ser conscientes de esos guiones kármicos es el primer paso para aprender a transcenderlos”
Todos tenemos tendencia a repetir la “memoria”. Todos tenemos tendencia, en definitiva, a repetir lo que ya conocemos, pero para encontrarnos en nuestro recorrido a personas (espejos) y circunstancias que nos ayudarán a “recordar” que esa realidad nos guía hacia el encuentro con nuestro self interior (Mapa Sideral), pero en absoluto nos identifica con él.
La Astrología Sideral podría ser llamada “astrología cósmica”. Sus signos son las constelaciones estelares. Su zodíaco mide la relación entre nuestro sistema solar, las estrellas fijas y la galaxia misma. Se sugiere la observación de éste, como un “mapa” de potencialidades energéticas, como un elemento imprescindible de orientación, hacia donde iría encaminada nuestra alma en su proceso de evolución. En otro sentido, la podríamos definir como la referencia más precisa de nuestro self interior. Nos guiaría en el proceso de reencuentro con nuestra esencia individual.
Para un verdadero despliegue de nuestro Ser, no solo deberíamos ser Icebergconscientes de nuestro carácter, nuestra personalidad (sistema tropical), de las pautas inconscientes que lo condicionan y determinan (memoria inconsciente), sino también encaminarnos hacia la búsqueda consciente de nuestras verdaderas y profundas motivaciones y propósitos (sistema sideral) para el anhelado e inevitable reencuentro con nosotros mismos.